Rinden homenaje in memoriam a José Manuel del Val Blanco, un incansable aliado de los pueblos indígenas

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En un acto que reconoció las aportaciones, rebeldía, espíritu crítico y sentido de pluralidad del etnólogo José Manuel del Val Blanco (1949-2023), esta mañana, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en el marco de la 34 Feria Internacional del Libro de Antropología e Historia (FILAH), rindió un homenaje póstumo al investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien fue un incansable aliado de los pueblos originarios.

Durante el acto, celebrado en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, el director general del INAH, Diego Prieto Hernández, señaló que José del Val heredó el aporte de los primeros críticos que proclamaron la Declaración de Barbados, en 1971, acerca del dominio que continuaban viviendo las poblaciones indígenas de América Latina; asimismo, continuó el legado de aquellos maestros de la antropología mexicana, como Guillermo Bonfil Batalla, María Mercedes Olivera Bustamante, Margarita Nolasco Armas, Arturo Barman y Enrique H. Valencia García.

“Pese a su militancia en el Partido Comunista, siempre fue profundamente crítico de la realidad nacional y de la política de izquierda; él y varios de su generación representan el desmontaje del indigenismo integracionista que prevaleció hasta los años setenta del siglo pasado”, expresó.

Ese indigenismo, argumentó Prieto Hernández, partía de la idea de incorporar a los pueblos indígenas al necesario progreso nacional, a la modernidad y a la idea de nación mestiza, monocultural y homogénea; sin embargo, eso no sucedió, ya que mantuvieron la persistencia, resistencia y determinación de continuar en su singularidad étnica, lingüística y simbólica.

Moderado por la coordinadora nacional de Antropología del INAH, Paloma Bonfil Sánchez, el homenaje continuó con la participación de la etnóloga del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, Teresa Rojas Rabiela, quien hizo referencia al origen de José Manuel de Val como hijo de españoles refugiados, lo cual incidió en sus preocupaciones intelectuales e idiosincrasia.

La investigadora reseñó la vida académica del etnólogo, la cual inició como profesor en la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH); luego, como director del hoy conocido como Museo Nacional de las Culturas del Mundo; titular de Investigación y Promoción Cultural del Instituto Nacional Indigenista, director general de Culturas Populares y del Instituto Indigenista Interamericano; así como fundador, investigador y docente del Programa Universitario de Estudios de la Diversidad Cultural y la Interculturalidad (PUIC) de la UNAM.

En tanto, la académica del PUIC, Elia Avendaño Villafuerte, puntualizó que a Del Val le gustó caminar siempre contracorriente, tratando de impulsar causas sociales y las realidades no vistas en los espacios institucionales que ocupó.

Uno de sus grandes aportes, dijo, es la creación del sistema de becas para estudiantes indígenas y afromexicanos en la UNAM; y en sus últimos años de vida, consolidó el equipo que lo relevaría en el ámbito de la investigación, entre ellos: Juan Mario Pérez, Antonio Aguilar y la titular del PUIC, Carolina Sánchez García.

A su vez, el poeta Mardonio Carballo refirió que uno de los grandes aportes de José del Val fue incentivar al indígena a expresarse en primera persona. “Creo que estamos en un momento de madurez, donde las instituciones deben de dar paso a los indios para que ellos mismos hagan sus libros, porten sus huipiles y dirijan sus instituciones, este hecho sería una de las cosas que él hubiera deseado mucho”, expresó.

El investigador de la Dirección de Estudios de Antropología Social del INAH, Francisco Javier Guerrero Mendoza, expresó que José Manuel del Val era un hombre infatigable e inquieto: “tenía una obsesión compulsiva por la liberación de los pueblos originarios; incluso, antes de su deceso, planteaba la necesidad de proteger y albergar a los pueblos indígenas y afromexicanos, pero también a aquellos migrantes que estaban arribando a México.

“No, no descanses en paz José del Val, de soles ardientes desprende rayos luminosos, visita las mentes de las noveles generaciones, muéstrales la apertura a la diversidad emancipadora y la magia dialógica de los encuentros amorosos; no, no descanses en paz, José… hermano”, finalizó.

El día de mañana, los invitamos a seguir el Coloquio “Diálogos desde el territorio: despojos, resistencias y utopías”, que tendrá lugar en el Auditorio Fray Bernardino de Sahagún, de 10:00 a 14:00 horas.

 

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