El presidente ruso, Vladímir Putin, frustró hoy cualquier esperanza de paz con Ucrania en su primera gran rueda de prensa desde el comienzo de la guerra, en la que también aseguró que el ejército ruso ha recuperado la iniciativa a lo largo de los 2,000 kilómetros de frente.
«La paz llegará cuando Rusia alcance sus objetivos», dijo Putin nada más arrancar la comparecencia celebrada a escasa distancia de la plaza Roja.
Además, negó cualquier clase de paralelismo entre la crueldad israelí ´con los civiles en la franja de Gaza y los casi dos años de bombardeos rusos contra las ciudades ucranianas.
Putin, de 71 años, no comparecía ante la prensa local y extranjera desde diciembre de 2021, en vísperas del inicio de la operación militar especial.
Además, también respondió en la conocida como Línea Directa a las preguntas de los ciudadanos, algunos de los cuales se mostraron muy críticos con la situación en el país, como se podía ver en las pantallas del estudio.
Sin paz a la vista
«¿Cuándo habrá paz?», preguntó uno de los moderadores, a lo que el líder ruso respondió en que los objetivos declarados por Moscú tres días antes del inicio de la guerra «no han cambiado».
«Son la desnazificación de Ucrania, su desmilitarización y su estatus neutral», afirmó.
Con respecto a la segunda, subrayó que, ya que Kiev no quiere sentarse en la mesa de negociaciones con Moscú -el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se niega a dialogar con Rusia mientras Putin siga al frente del Kremlin-, entonces habrá que tomar «medidas militares».
«O nos ponemos de acuerdo sobre la desmilitarización, acordamos unos parámetros concretos (…), o lo decidimos por la fuerza. Eso es lo que ahora pretendemos», dijo.
Y añadió que, a día de hoy, «Ucrania ya no produce casi nada (de armas). Traen todo desde fuera, gratis».
Iniciativa rusa en todo el frente
En respuesta a la pregunta de un corresponsal de guerra ruso presente en el estudio, destacó que sus tropas han recuperado la iniciativa en casi todos los sectores.
«Incluso siendo modestos, prácticamente en toda la línea del frente nuestras fuerzas están mejorando sus posiciones. Casi todos se encuentran en medio de activas acciones militares», señaló.
Estimó en 747 los tanques y en casi 2.300 los blindados ucranianos destruidos desde el comienzo de la contraofensiva enemiga el pasado junio.
«El enemigo anunció una gran contraofensiva. No logró nada en ninguna parte», resaltó.
La última operación ucraniana en el marco de la contraofensiva fue el «intento de desembarco» en la orilla izquierda del río Dniéper, en la región de Jersón, recordó Putin.
«Ni siquiera sé para qué lo hacen. Envían a su gente al exterminio. Los propios militares ucranianos reconocen que es un viaje sin retorno», aseguró.
En cuanto a una posible nueva movilización, destacó que casi medio millón de hombres han firmado en los últimos meses contratos profesionales con las Fuerzas Armadas.
«¿Para qué una movilización entonces? A día de hoy no hay tal necesidad», aseguró el mandatario, que añadió que cada día 1.500 voluntarios se alistan para combatir.
Reveló que actualmente el contingente ruso en Ucrania la componen 617.000 hombres, entre los que figuran militares de carrera, movilizados y voluntarios.
Gaza, una catástrofe
El líder ruso no dudó en calificar de «catástrofe» la situación en la Franja de Gaza y negó que el nivel de destrucción allí tenga alguna similitud con lo que ocurre en Ucrania.
«Lo que está sucediendo (en Gaza) es una catástrofe», dijo y recordó las palabras del secretario general de la ONU, António Guterres, acerca de que la franja es el mayor cementerio de niños del mundo.
«Esta apreciación dice mucho. Es una valoración objetiva, qué se puede decir», añadió.
En cambio, agregó Putin, «todo el mundo» puede apreciar la diferencia entre la «operación militar especial» rusa en Ucrania y lo que ocurre en Gaza.
«Nada parecido sucede en Ucrania», subrayó, aunque admitió que «lo que sucede (en Ucrania) es una enorme tragedia, parecida a una guerra civil»
Occidente, sin opciones de normalización
El Kremlin invitó a varios medios occidentales a la esperada rueda de prensa, pero únicamente un par de ellos pudieron hacer preguntas.
Sea como sea, reconoció que no se dan «aún» las condiciones para reanudar el diálogo con Occidente, algo que, dijo: «No depende de nosotros, no fuimos quienes estropeamos las relaciones».
«Cuando ellos comiencen a respetar a otras personas, a otros países, cuando busquen compromisos en vez de tratar de resolver sus problemas mediante sanciones o acciones bélicas, entonces se sentarán las bases fundamentales para el restablecimiento de las relaciones», señaló.
Lo que no hizo Putin fue desvelar el gran misterio de estos días en Rusia, el paradero del encarcelado líder opositor, Alexéi Navalni, que lleva desaparecido desde hace más de una semana.
«¿De qué caza brujas estamos hablando? ¿Qué es lo que hizo (la bruja) que haya que cazarla? ¿Acaso es un importante político opositor?», dijo enigmáticamente.