La maternidad elegida cobra cada vez más relevancia en México

La maternidad elegida está a la alza en el país. Las cifras son contundentes y cada día más mexicanas deciden no tener hijos, así lo confirma el INEGI que señala que la tasa de fecundidad de las mujeres entre 15 y 49 años fue de 1.60 hijas e hijos, lo cual significa un descenso con respecto a 2018, año en el que se estimó en 2.07.

Este fenómeno en países como México, ha sido un gran desafío. El derribar los mandatos de género impuestos por el sistema patriarcal, como es la maternidad, ha sido una ardua tarea para las gestantes, que, desde su nacimiento interiorizaron el ser madres como la cúspide de la realización femenina, constructos sociales impuestos y reforzados desde la familia, la escuela, la iglesia y la sociedad en general.

Para la académica Marcela Lagarde, las instituciones de la sociedad y del Estado reproducen a las mujeres como madres. En cuanto a la procreación, debe lograrse su consenso: deben mantenerse convencidas y satisfechas para que, a pesar de las enormes dificultades que viven para cumplir el estereotipo femenino materno, continúen con sus funciones sociales.[2]

“Por la división genérica de la sociedad y del mundo, la mujer es la encargada de mantener a los sujetos y a la humanidad del lado de la vida, y lo hace con sus cuidados en el ámbito cultural de la maternidad[3]”, apunta la antropóloga Lagarde de los Ríos.

Las mujeres deciden sobre sus cuerpos

“Hoy la lucha ha logrado cambios y existe el poder de decisión para optar por el desarrollo personal, profesional, académico, o decir abiertamente que la realización de una mujer no implica solamente el tener descendencia”, enfatiza Paula Rita Rivera Núñez, gerente de operaciones de Telefem.

Poder optar por una maternidad elegida es un logro de las mujeres que implica un ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos y sobre todo el derecho a la libre decisión sobre su cuerpo, que en la actualidad sigue enfrentando desafíos culturales y legales en varios puntos del país, para llevarse libremente sin estigmas y de manera segura.

“Tener acceso a la información, a los anticonceptivos y al aborto ha permitido el empoderamiento de las mujeres y su capacidad de elegir libremente el momento de tener hijos o no tenerlos. En México, el aborto es legal en 23 estados del país que han despenalizado la interrupción voluntaria del embarazo y permitiendo a las mujeres y personas gestantes acceder al procedimiento hasta las 12 semanas de gestación en la mayoría de los casos”, explicó Rivera Núñez.

Actualmente las mujeres y personas gestantes tienen acceso a una interrupción del embarazo segura y legal, realizado por profesionales de la salud en entornos adecuados para minimizar complicaciones y este fenómeno avanza en el territorio mexicano, mientras en otros retrocede.

Para Rivera Núñez, la tendencia a no tener hijos, seguirá aumentando en los países más desarrollados, donde las mujeres optarán por realizar sus proyectos sin la presión de la familia o la sociedad, lo que es un avance en la libertad de los derechos sexuales y reproductivos de las siguientes generaciones y un triunfo de la sociedad civil y de las organizaciones.

El trabajo desde organizaciones sin fines de lucro como Telefem, ha sido el promover el acompañamiento del aborto autogestionado, apoyar a las personas para tomar un papel activo en la toma de decisión consciente y libre y validando la NO maternidad, en un espacio informado respecto de sus opciones y la garantía de llevar un proceso seguro y libre de prejuicios.

Paula Rita Rivera, explicó que el aborto con medicamentos combinados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), permite la autogestión del aborto seguro, de la mano de profesionales capacitados, incluso a distancia, a través de la telemedicina. Las personas interesadas para recibir orientación médica pueden acceder a telefem.org de manera puntual, científica, anónima y confidencial, finalizó la también consejera.

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