Cuauhtémoc Blanco desata polémica con eufórico festejo en transmisión

El Club América hizo historia al conquistar su tricampeonato la noche del 15 de diciembre, al vencer en el marcador global 3-2 a Monterrey. El gol decisivo llegó gracias a un impecable disparo de Richard Sánchez, quien sentenció el partido y aseguró el título número 16 para las Águilas en la Liga MX.

Sin embargo, la hazaña en la cancha no fue lo único que llamó la atención. Durante la transmisión de TUDN, el exfutbolista y leyenda del América, Cuauhtémoc Blanco, protagonizó un vibrante y controversial festejo que rápidamente se volvió tendencia en redes sociales.

Cuando cayó el gol de Sánchez, Blanco, quien participaba en la cobertura junto a David Faitelson y Ricardo La Volpe, se transformó en un apasionado aficionado. Las cámaras captaron el momento en el que, eufórico, tomó a La Volpe de la cabeza y lo sacudió, mientras le gritaba al oído:

“¡Toma bigotón, toma!”

Acto seguido, el exdelantero no se contuvo y dirigió su energía hacia Faitelson, a quien también sujetó de la cabeza para restregarle la anotación que en ese momento significaba el tricampeonato. Fue entonces cuando Blanco lanzó su icónica frase:

“¡Mis muchachos, mis muchachos, carajo!”

Pero el festejo no terminó ahí. En un momento que desató risas y controversia, el exgobernador de Morelos simuló un “beso de tres” con Faitelson y La Volpe, al lanzar un beso tronado mientras los sujetaba a ambos.

El efusivo festejo de Cuauhtémoc Blanco provocó una avalancha de comentarios en redes. Mientras algunos celebraron su autenticidad y pasión, otros lo consideraron excesivo y fuera de lugar:

“Esto es Cuauhtémoc en estado puro, no hay quien lo iguale. Grande, Temo”, comentó un usuario.

“¿En serio normalizan este comportamiento en televisión nacional? Por eso estamos como estamos”, señaló otro.

“Lo que aguantan La Volpe y Faitelson por un sueldo. Yo me habría ido en ese instante”, criticó alguien más.

Mientras tanto, en el Estadio BBVA, el técnico André Jardine y sus dirigidos lograron mantener el resultado en los minutos finales, asegurando así el campeonato para las Águilas. El título no solo representa un hito histórico para el club, sino también un cierre espectacular para una temporada llena de emociones.

Entre el tricampeonato en la cancha y los festejos fuera de ella, el América reafirma su lugar como uno de los clubes más grandes y polémicos de México, en una noche que será recordada por mucho tiempo.